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viernes, 18 de noviembre de 2011

Consejos

El comienzo del invierno es inminente y nada mejor que hacer antes de que entre a nuestras casa y nos deje helados, que poner a punto nuestra caldera y nuestra instalación de calefacción.
Así que aqui os dejamos unos consejos para que los lleveis a cabo y no paseis frío.

Cerramientos
Las puertas, ventanas y cajas de persiana de la vivienda son los puntos críticos que generan hasta el 30% de las pérdidas por transmisión e infiltración.
Se deben revisar las juntas de estanqueidad y el sellado de las mismas cada temporada; te ayudará a disminuir el consumo o en su caso a no aumentarlo.

Presión en la caldera
La presión de trabajo recomendable para una caldera es de 1 a 1,5 bar.
La presión la subiremos por medio de la llave de llenado situada normalmente en las calderas de gas, en la parte inferior de ésta y en las calderas de gasóleo, en el interior.

Temperatura en invierno
La temperatura a la que programamos la calefacción condiciona el consumo de energía de nuestro sistema de calefacción.
Por cada grado que aumentamos la temperatura, se incrementa el consumo de energía entre un 6% y  un 7%.
Una temperatura entre 19 y 21ºC es suficiente para la mayoría de personas.
A la hora de dormir es suficiente una temperatura de 15ºC a 17ºC para sentirnos confortables.
Por eso es recomendable instalar un cronotermostato, de esta manera regularemos las horas de uso y la temperatura diurna y nocturna.
Varios
No cubra ni coloque ningún objeto al lado de los radiadores. Ello dificulta la adecuada difusión del aire caliente.
Para ventilar completamente una habitación es suficiente con abrir las ventanas alrededor de 10 minutos, no se necesita más tiempo para renovar el aire.
Cierre las persianas y cortinas por la noche, evitará importantes pérdidas de calor.
Una temperatura de 20-21ºC es suficiente para mantener el confort en una vivienda.
No espere a que se estropee el equipo: un mantenimiento adecuado de nuestra caldera individual le ahorrará hasta un 15% de energía.

Purgar los radiadores 
Pronto comienza la nueva temporada de calefacción y tenemos que tener todo a punto. Para asegurarse el funcionamiento óptimo de los radiadores que funcionen con agua, no debes olvidar de purgarlos por lo menos una vez al año, lo que significa que hay que sacarles el aire que se acumula en su interior. Si no lo haces, el aire se acumulará en su interior y no calentará correctamente porque no podrá entrar el agua caliente en todos sus cuerpos.
Si tienes purgadores automáticos solo hace falta que permanezcan abiertos. Aunque se recomienda cerrarlos porque no suelen ser muy fiables y tienden a gotear.
En el caso de que tengas purgadores manuales,  el proceso  que has de seguir es muy simple y fácil de realizar.
1.Localiza el purgador. Lo primero que debes hacer es identificar el purgador, que se encuentra siempre en uno de los extremos superiores del radiador. Suele estar situado a la derecha, y a la izquierda la llave para que entre el agua al radiador.
2. Gira la válvula con un destornillador. Coloca un destornillador de pala en la hendidura del centro del purgador y gíralo ligeramente en sentido de las agujas del reloj. Notarás cómo sale el aire acumulado en tu radiador. En el momento en que deje de salir aire y comience a salir sólo agua, habrá terminado la purga. No olvides colocar algún tipo de recipiente bajo la llave para recoger el agua sobrante
.3. Vigila que no se escape agua. No gires demasiado el purgador, podría escaparse el agua a chorros afectando la presión del calentador. Si esto ocurre, abre la llave para reponer el agua que has sacado.
Conviene comenzar a purgar los radiadores más cercanos a la caldera, siguiendo el recorrido natural del agua. Para terminar, cuando concluye el proceso de purgado, hay que comprobar que la presión de la caldera esté entre 1 bar y 1 1/2 bar..

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