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martes, 13 de agosto de 2013

La calidad del Pellet


Ventajas del uso del pellet como combustible

  • La Biomasa es una fuente de energía inagotable y no contaminante.
  • Disminuye la dependencia de combustibles fósiles y los problemas deribados de su uso.
  •  Ayuda a la limpieza de los montes y al uso de los residuos de las industrias.
  • Para el propietario de la instalación de aprovechamiento: disminuye la factura energética al reducir la cantidad de combustible que se debe adquirir del exterior.
  • Para el conjunto de la sociedad: el uso de la biomasa presenta, al igual que ocurre con otras energías renovables, numerosas ventajas medioambientales y socioeconómicas.

Dentro de un uso doméstico hay que destacar el uso de las Calderas de Biomasa de última generación, totalmente automáticas, cuyo combustible son los pellets, que dejan de lado los combustibles fósiles, ya que es más económico (se consiguen ahorros considerables por su bajo coste) y más cómodo de utilizar, sin olores ni escapes. Son el complemento ideal para una instalación solar térmica.

La calidad del combustible Pellet

Las calderas de biomasa alcanzan su mejor rendimiento y funcionamiento óptimo cuando se emplean pellets de buena calidad. Para ello son adecuados como combustible sólido los pellets que cumplen las normas ÖNorm M 7135, DIN 51731 o DIN Plus u otros que presenten características similares.


Normas ÖNorm M 7135, DIN 51731 y DIN Plus



Es imprescindible que el pellet tenga una buena durabilidad mecánica para evitar la desintegración de los pellets en polvo, el cual posee unas propiedades de combustión diferentes y genera problemas en los procesos de transporte, descarga, almacenamiento y combustión.
La degradación del pellet puede dar lugar a finos que implican una mayor emisión de polvo en los almacenamientos, daños en las calderas, menor eficiencia, más cenizas volantes y mayores emisiones de
aerosoles.
Para reducir la presencia de finos conviene evitar las causas que los generan:
  • El bombeo de los pellets a larga distancia y a una diferencia de alturas grande (por ejemplo, si se almacenan los pellets en un desván).
  • Daños en las tuberías y conexiones (tornillos, soldaduras con bordes afilados,...).
  • Silos de almacenamiento mal dimensionados (placas deflectoras demasiado cercanas al final de la tubería, placas deflectoras inadecuadas, pendientes no suficientemente inclinadas, ...).
  • Conexiones no estandarizadas de tuberías.


¿Qué son los pellets? y claves para elegirlos



Los pellets de madera son unas pequeñas piezas compuestas por restos naturales procedentes de las labores de limpieza de bosques e industrias madereras. Estos residuos se trituran y se convierten en virutas. Una vez secos, se prensan en forma de cilindro para reducir las resinas y el nivel de humedad de la madera. En esta fase no es necesario emplear ningún tipo de aditivo ya que el lignito, un componente propio de la madera, actúa como conglomerante natural. Este proceso proporciona a los pellets más densidad y una apariencia brillante similar a la de un acabado en barniz. Su apariencia es similar a la de la comida de conejos.

Pellets


Otra de las ventajas de las estufas que funcionan con pellets frente a las chimeneas que se alimentan de leña es el sencillo almacenamiento de este combustible. Necesitan menos espacio que la madera natural y, al estar empaquetados en sacos o en bolsas, son fáciles de manejar. Conviene asegurarse de que el lugar donde se almacenan se encuentra seco y aireado. Los pellets sometidos a una excesiva humedad se hinchan, pierden rendimiento calorífico e incluso se estropean si el agua penetra en ellos.
Claves para elegirlos

Caldera de Pellets
Tolva para pellets
Sinfín


Los tamaños y los precios de los pellets son muy variados. No obstante, es aconsejable optar por materiales que garanticen una mínima calidad. De lo contrario, la estufa se ensucia en exceso y se atasca. Es posible que el encendido del combustible sea brusco y que a largo plazo origine una oxidación en la cámara de combustión por un excesivo condensamiento.

La calidad de los pellets se reconoce por su color y el estado de la pieza. Deben ser brillantes, lisas, con una longitud uniforme y carecer de polvo. Otros aspectos que proporcionarán un rendimiento óptimo son:


Deben estar libres de cuerpos extraños, como restos de papeles, rebabas de metales o tierra.


Es preciso que el pellet sea compacto y no se desmorone en exceso durante su manejo. No tiene que tener demasiado serrín o polvo. En ese caso, su combustión produce más cenizas y hollín de lo deseable y la estufa se ensucia con más facilidad.


El pellet no tiene que estar agrietado. Si se distinguen en él unos cortes profundos, está hinchado o reventado, la pieza tiene humedad. Su rendimiento calorífico desciende y aumenta la presencia de humos en la combustión.


Su color ha de ser uniforme. Si el cilindro tuviera motas o puntos de colores llamativos delataría la presencia de desechos de formica y plásticos, junto con el serrín natural.


Los pellets han de tener mayor densidad que el agua. Para comprobar la calidad de las piezas se sumerge una pequeña cantidad en un recipiente. Si la calidad es buena, los pellets se hundirán, mientras que el resto flotará. Si pasados cinco minutos las piezas que permanecen en el fondo no se deshacen, significa que contienen aglutinantes o colas. Esto provocará más humo en la combustión.

jueves, 8 de agosto de 2013

Fórmula para calcular la cantidad de frigorías de un aire acondicionado


Para un exacto cálculo de frigorías necesarias de un aire acondicionado es necesario tener en cuento múltiples factores como la temperatura media de la región, los materiales de las paredes del ambiente, sobre todo de las externas, tipo y tamaño de las aberturas y el tamaño de la habitación.

Sin embargo para refrigerar un ambiente de una casa familiar se puede aplicar una ecuación muy simple que da un resultado bastante fiable.

Para poder calcular las frigorías que necesitamos en el aire acondicionado debemos conocer los metros cúbicos de la habitación. Para ello debemos multiplicar el ancho de la habitación por el largo y por el alto, todo usando como unidad el metro. El resultado de esta multiplicación nos dará los metros cúbicos del lugar. Por ejemplo 5m x 4m por 2,5m de alto es = 50 m3


Hallamos el volumen del local a climatizar



Si a este valor lo multiplicamos por 50 obtendremos la cantidad de frigorías que necesita el aire acondicionado. Siguiendo el ejemplo 50m3 por 50 = 2500 frigorías.

De los valores comerciales de frigorías se tomará el inmediato superior al valor calculado anteriormente. Generalmente será 2750 frigorías.

Un aire acondicionado de menor capacidad generará un consumo excesivo y no podrá mantener la temperatura en días muy calurosos. Uno muy grande será malgastar el dinero, porque no se disminuirá el consumo.

La temperatura aconsejada y regulada por el RITE para programar el equipo de aire acondicionado debe estar entre 24 y 26 grados. Temperaturas inferiores son perjudiciales para la salud, en especial si se está expuesto a salidas con grandes diferencias de temperatura.


Aire Acondicionado tipo Split